En la circulación es necesario (y más bien prioritario o imprescindible) respetar las señales de tráfico, que el vehículo esté en buen estado y haya pasado las revisiones correspondientes a su antigüedad y modelo. Seguir las indicaciones de los expertos es un buen primer paso para cumplir con las exigencias que te comentamos.
Por otro lado, el comportamiento y actitud de los conductores, constituyen tres elementos clave para una conducción segura. Analizar los buenos hábitos al volante por parte del conductor, supone hacer hincapié en una serie de cuestiones necesarias para alcanzar esa seguridad ya que, si bien, se están incorporando últimas tecnologías en los vehículos con la finalidad de asistir al conductor y contribuir a su seguridad -detector de fatiga, asistente de arranque en pendiente, limitador de velocidad, asistente de aparcamiento, etc…todo ello pierde efectividad sin unos buenos hábitos al volante, entre los que cabe destacar los siguientes…
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Comprobar el estado del coche
Revisar los depósitos de agua, aceite, gasolina o cualquier otro indicador señalizado en el vehículo. Lo mismo que es bueno ajustar el asiento y los retrovisores. Primordial sobre todo si el coche es compartido, para lograr una conducción cómoda y segura con el ajuste del asiento y los retrovisores.
Hay que tener en cuenta que cada persona necesita una serie de adaptaciones para conseguir la conducción segura de la que hablamos.
Posición de las manos al volante
Se recomienda colocarlas en la posición de las “diez y diez” ya que determinados errores posturales pueden limitar nuestros movimientos ante un imprevisto.
Conseguir mantener esta costumbre con el paso de los años es un éxito que, seguro, nos proporciona tranquilidad, incluso a los conductores más expertos. ¿No crees?
Uso del cinturón
Constituye uno de los dispositivos más efectivos en los buenos hábitos al volante, ya que reduce a la mitad el riesgo de muerte en accidente. En las últimas décadas, se han desarrollado sofisticados sistemas de seguridad activa y pasiva de protección. No obstante, un 27% de los pasajeros que viajan en la parte trasera sigue sin usarlo.
Ley de la Anticipación
Consiste en interpretar qué acción puede aparecer de improviso: un cambio de carril de otro conductor, o un peatón que sale de la nada, etc. Mediante una conducción atenta, en todo momento.
Respetar las señales
Nuestros movimientos al volante repercuten en el entorno. Señalizar las maniobras y utilización correcta de los intermitentes. Fundamental para que el resto de conductores puedan predecir los movimientos de nuestro vehículo. El 53% de vehículos no señaliza correctamente en los adelantamientos.
Respetar la distancia de seguridad
Posibilitará que el conductor tenga “espacio” para reaccionar ante cualquier imprevisto. Por tanto los efectos positivos de los buenos hábitos al volante inciden tanto en la seguridad de las personas, como en su economía y en el mantenimiento del medioambiente.