¿Te has preguntado alguna vez en que se diferencia un coche normal de un coche de carreras? Puede que desde el exterior veas bastantes similitudes, pero tal vez haya cosas que se te están escapando. Por esa razón, hoy en Motor Pacífico Škoda queremos que conozcas algunas de las diferencias más sobresalientes.
Está claro que sabes que un coche de carreras no está diseñado para que vayas con él a hacer la compra o a disfrutar de una escapada. Para eso ya tienes los coches de ocasión de Motor Pacífico Škoda e, incluso, puedes apostar por el renting, una modalidad cada vez más solicitada. Pero vamos a lo que nos interesa. ¿Qué tiene un coche de carreras que no tiene tu coche? Pues estas son algunas diferencias…
Un coche de carreras no está pintado
Tu coche normal está pintado ya sea de blanco, negro, rojo, etc. Sin embargo, cuando ves a un coche de carreras no creas que el color que tiene es debido a la pintura. En realidad se trata de un rotulado con vinilo por el simple hecho de que esto pesa menos y, además, también se aplica de una manera más fácil. ¿Sabías que la pintura puede añadir hasta 5 kilos a un vehículo?
Aunque esos 5 kilos no parezcan importantes para tu coche normal, para un coche de carreras pueden influir notablemente en su velocidad. Cuanto menos pese, más velocidad podrá alcanzar y, por eso, se piensa en todo, hasta en la pintura. Tal vez creías que estos coches estaban pintados, pero ahora ya sabes la verdad y los motivos.
En un coche normal no hay una jaula de seguridad
Otra de las diferencias entre un coche normal y un coche de carreras es que en tu coche particular no va a haber una jaula de seguridad. Esta va soldada dentro del vehículo y tiene el objetivo de mantener la estructura del coche y de proteger al conductor en el caso de un accidente. Esto es importante, ya que con un coche de carreras se pueden alcanzar velocidades de más de 350 km/h.
De esta manera, gracias a esta jaula un coche de carreras se mantiene casi inalterable cuando vuelca, da vueltas de campana o choca con algo. La seguridad es primordial y, por eso, a veces puede que te hayas sorprendido de que en las carreras de coches en la mayoría de los accidentes los corredores salgan ilesos. Es por la jaula.
Hay menos detalles en un coche de carreras
El exterior deportivo, esas llantas o el alerón trasero pueden hacer que dudes de la veracidad de esta afirmación. Sin embargo, es cierta. Un coche de carreras elimina cualquier detalle innecesario. El tablero se cambia por uno más simple, los asientos que en tu coche normal serán elegantes en un coche de carreras son más sencillos y hechos de fibra de carbono, ligeros y, eso sí, casi indestructibles…
También los cristales son ventanas de plástico, por lo que, si te fijas bien un coche de carreras tiene bastantes diferencias con un coche normal. Está pensado para correr y su estética, tan deportiva, es el resultado de un estudio de aerodinámica muy preciso para que el coche corra más y sea más estable. En la pista, todo esto puede marcar la diferencia entre ganar o perder por lo que es muy importante.
¿Sabías todas estas diferencias entre un coche normal y un coche de carreras? Tal vez te hayan sorprendido y pensabas que un coche de carreras era de lo mejor cuando, en realidad, es más sencillo, ligero y tiene una jaula en su interior muy poco estética. Pero es que este coche no está diseñado para la vida cotidiana, sino para correr y ganar. Así que si tú quieres un coche normal, encuéntralo en Motor Pacífico Škoda.