El mercado del automovilismo tiene un futuro cercano muy retador. Además de cumplir con exigencias europeas que afectan directamente a este sector, se encuentra en una particular situación de crisis debido a la pandemia vivida durante el 2020. Otro aspecto a tener en cuenta son las nuevas formas de movilidad que están teniendo un calado cada vez mayor en los conductores.
Se podrá asistir a una revolución del automovilismo tanto tecnológico y en los relativo a la eficiencia energética, como en la manera en la que los usuarios se relacionan con sus vehículos. Sin duda, en España y en toda Europa se vivirá un cambio de escenario en el que se deberán realizar las adaptaciones necesarias tanto por las administraciones, como por los conductores, fabricantes y vendedores.
Uno de los principales retos del automovilismo más cercanos es la adaptación a la norma europea de adaptación de emisiones. El marco establecido por la regulación Corporate Average Fuel Emissions (CAFE), en español Emisiones de Combustible Medias Corporativas tiene un objetivo claro que se debe desarrollar principalmente durante el 2021.
A partir de este año, los coches vendidos deberán ofrecer una emisión por debajo de los 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. Este es un gran reto del automovilismo, sobre todo para sus fabricantes, ya que se podrían enfrentar a multas multimillonarias en caso de incumplimiento.
Este compromiso del sector automovilístico con el medio ambiente también tiene su repercusión en la sostenibilidad. Los vehículos híbridos o eléctricos son una alternativa que cada vez está siendo más demandada por los usuarios. Se pueden observar planes tanto estatales como europeos para conseguir que este tipo de coches tengan un uso cada vez mayor.
El Gobierno español no va a prorrogar durante el 2021 el Plan Renove pero si va a presentar un Plan de Impulso para el vehículo eléctrico elaborado por el Ministerio de Transición ecológica y que cuenta con una dotación de 1100 millones de euros procedentes de los fondos de recuperación de la Union Europea. El reto del automovilismo será dar la respuesta adecuada a los usuarios que utilicen estos recursos.
Los avances tecnológicos plantean nuevos retos para el automovilismo
La conectividad también está cada vez más presente en los coches y será uno de los grandes retos del automovilismo durante el 2021. Casi que se presenta como un equipamiento básico a la hora de adquirir un vehículo. Aplicaciones como Apple Car Play u opciones como la de Movistar Car son cada vez más frecuentes en la experiencia de la conducción.
Pero la tecnología irá mucho más allá durante el 2021. Los retos del automovilismo están bastante concretados por los fabricantes. La asistencia a la conducción se verá aún más reforzada usando recursos como la realidad aumentada que nos indicará la trayectoria del vehículo en la propia luna.
También los sistemas biométricos se irán implantando de manera paulatina. Los retos de automovilismo durante el 2021 están claramente relacionados con los avaneces en el campo digital. Además de uso de la voz como interfaz se usará el reconocimiento facial o la huella digital para arrancar nuestro coche (prácticamente igual a la interacción que realizamos con nuestros dispositivos móviles).
Está claro que las innovaciones tecnológicas serán importantes durante el 2021 y el reto del automovilismo será sacarles el mayor partido en beneficio de los conductores. Los desarrollos realizados por los propios fabricantes serán una de las grandes bazas que consigan una diferenciación efectiva de la competencia.
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